Crítica del 3x07 de Game of Thrones "The Bear and the Maiden fair"
- El séptimo episodio, escrito por George R.R. Martin, fue un capítulo cargado de referencias a los sucesos que están por venir.
<<¡ATENCIÓN! La nota contiene SPOILERS de la trama y el argumento>>

Lo más destacado del episodio es,
sin duda, los sucesos referentes a Daenerys Targaryen y sus dragones. Desde el
apartado artístico y la puesta de escena –su ejército de Inmaculados y los
dragones son sencillamente notables- hasta los diálogos, son de lo mejor de la
temporada. Emilia Clarke cada vez hace su personaje “más suyo”. En cada
conversación muestra que es una verdadera khalessi, y que posee un gran poder
al tener a sus temibles “mascotas”.
El capítulo comienza con la trama
de Jon Nieve e Ygritte, que ya están en el lado sur del Muro y se preparan para
atacar a la Guardia de la Noche. Nos encontramos frente a una relación amorosa
que está comenzando a resultar demasiado sosa. Si bien en el libro es muy
intensa, jamás raya lo telenovelesco. Sin embargo, está claro cuál es el
propósito por parte de los productores.
Luego nos dirigimos al campamento
del Rey en el Norte, Robb Stark, y su esposa Talisa. Es notable cómo se ha
disminuido el papel de Catelyn Stark en esta temporada, siendo que en las dos
anteriores tenía un protagonismo marcadísimo. El acto sexual entre Robb y la hermosísima Talisa, está acompañado por diálogos
que no parecen haber sido escritos por George R.R. Martin, por lo absurdo y
pueriles que resultan en una serie que se caracteriza por las grandes
conversaciones entre personajes y las explícitas escenas de violencia y sexo. No obstante, la revelación del embarazo
de Talisa es algo que me dejó perplejo, puesto que en el libro jamás es tan
explícito; es más, nunca queda claro si está embarazada o no. Claramente es un
guiño por parte del autor hacia las próximas temporadas.
Uno de los personajes que peor
han llevado los productores esta temporada ha sido el de Sansa Stark. En los
libros nunca fue muy entretenida, pero en la televisión, donde el tiempo vale
oro y se podría emplear en desarrollar tramas de mayor importancia, francamente
resulta aburrida. La insistencia en los diálogos con Margaery Tyrell, que no
tienen relevancia en el argumento de la serie, no consiguen atrapar al
telespectador.
Lo anterior también pasa con
Tyrion Lannister. El ingenioso enano lascivo, que es uno de los personajes más
querido por la fanaticada, siempre encuentra minutos en pantalla, aunque no
tenga nada que decir. Ahora bien, los ataques de celos por parte de su
prostituta Shae, y las reiteradas ocasiones en donde Tyrion le dice que la ama
son, al igual que en las escenas de Jon e Ygritte, recursos para allanar el
camino a los futuros sucesos que ocurrirán. Otro guiño del autor para las
próximas temporadas.
Una de las escenas más notables
de este capítulo fue la de Tywin Lannister y su nieto, el rey Joffrey
Baratheon. Las actuaciones de Charles Dance como el poderoso Tywin son
suficientes para convertir un pasaje normal del episodio, a la clasificación de
épico. Además, Jack Gleeson como Joffrey cumple muy bien con su papel de niño
odioso, malcriado y cruel. Juntos crearon una de las mejores escenas.
Theon, pobre Theon. Sin duda
tienes lo que te mereces, pero esperaría que en los siguientes capítulos se
pase de las meras torturas a escenas con más relevancia para la trama.
En lo que respecta a Bran Stark,
como ha sido la tónica del episodio, he visto otro guiño a eventos ulteriores
de la saga. La reticencia de Osha con la ida al otro lado del Muro, sugerida
por Jojen Reed, nos advierte que una separación –muy importante en la trama-
está por venir.
Finalmente, el capítulo cierra
con el rescate de Brienne de Tarth por parte de Jaime Lannister. La química que
han demostrado tener estos dos personajes, a nivel actoral y argumental, logra
escenas muy placenteras para el espectador, y ha sido una de las tramas mejor
llevadas a la pantalla. Cuando Brienne llama a Jaime por su nombre, y el cierre
del capítulo con la tonada de “Las lluvias de Castamere” sin duda son momentos
que quedarán grabados en la retina del espectador.
En conclusión, fue un capítulo entretenido,
pero de transición, donde abundaron los guiños a las próximas temporadas, y
quién mejor para encargarse de ellos que el propio George R.R. Martin. Aun así,
como mencioné al comienzo, no cumplió con las altas expectativas que tenía
sobre el capítulo. Esperemos que los tres últimos episodios sean más
reveladores… aunque tengo la sensación de que así será.
0 comentarios: